178 años de la toma de posesión del Estrecho de Magallanes

Por Patricia Mackenney

El jueves 21 de septiembre de 1878 se desarrolló un hecho capital para nuestra Patria, el Capitán Juan Guillermos junto a la dotación de la Goleta “Ancud” realizaban la Toma de Posesión del Estrecho de Magallanes, gesta que marca el destino de Chile en la zona Austral y escribe uno de los capítulos más importantes de nuestra amada Región.

Como es sabido la Goleta fue construida en Ancud, por orden del Presidente Manuel Bulnes, estando a cargo de la organización de esta proeza el Gobernador de la Provincia de Chiloé, Contador de la Armada, Domingo Espiñeira Riesco, extraordinario servidor público quién años más tarde sería diputado y posteriormente senador.

Entre las acciones previas estuvo la construcción de la Goleta, misión encargada desde el punto de vista técnico al Capitán Juan Guillermos, entonces Capitán de Puerto de Ancud y Gobernador Marítimo de Chiloé, un hombre con conocimiento de navegación y sobre todo de la importancia político estratégica de la misión encomendada.

La dotación era compuesta por marinos provenientes de distintos rincones de Chile, un reflejo de la sociedad y pasión de su época, no es misterio para nadie que su relación con Chiloé era íntima y también esto marca un importante lazo que está presente hasta nuestros días.

La navegación no estuvo exenta de desafíos, una característica de nuestra Región de Magallanes y Antártica Chilena, en donde los retos para enfrentar el destino son constantes y manifiestan el espíritu pionero de “esta tierra de Sacrificio y Voluntad de Vencer”.

Es este espíritu indomable e inspirador lo que en parte nos ha arraigado a nuestra tierra, tomándola y apasionándonos por su destino, luciendo los colores de nuestra bandera magallánica junto al Pabellón Nacional, hecho que asombra a quién nos visita y se impregna en nuestras calles.

Como aquella dotación de la Goleta Ancud hoy surcamos por nuevos desafíos, aquellos que hacen necesario una entrega en post de nuestra Región y su futuro, capacidad de liderazgo y sobre todo honestidad en el servicio público, mirando a nuestra región como un polo de desarrollo y proyectándola, comprendiendo nuestro rol bicontinental, sin olvidar nuestra historia y las necesidades de nuestra gente.

178 años han pasado de aquel hito que marcó un antes y después en nuestra historia patria, debemos celebrar y recordar a ese grupo de hombres y mujeres, que en una pequeña goleta iniciaron una historia titánica de la cual somos herederos, mirando al mar y su destino.

Recordemos su memoria e inspirémonos en  su sacrificio, somos una sociedad activa y en movimiento que hoy debe mirar a futuro y legar a las próximas generaciones una Región de Magallanes y Antártica Chilena mejor para todos.