Señor Director:
El fin de año trae consigo la sensación de agobio, y no es casualidad que tantos experimenten el temido burnout en esta época. La presión por cumplir objetivos, las celebraciones y la planificación del nuevo ciclo generan un desgaste emocional importante.
Para evitar el agotamiento, no basta con organizar tareas; es crucial gestionar nuestra energía de manera estratégica.
Distribuir mejor el desgaste y recargar energías de forma efectiva es parte de lo que podemos hacer antes de llegar al extremo. Pequeñas acciones preventivas, como anticipar tareas estresantes, también pueden marcar una gran diferencia.
Además, priorizar el descanso y aceptar nuestras limitaciones es clave. No todo debe ser cumplido a toda costa. Ajustar expectativas y reconocer cuándo es necesario soltar responsabilidades puede ser el mejor regalo de fin de año.
Evitar el burnout está en nuestras manos. Planifiquemos no solo el tiempo, sino también la manera en que cuidamos nuestra energía y bienestar.
Ana Troncoso
Psicóloga y coach en fortalezas