Efectivamente ya no es posible creer en la sostenibilidad de una empresa que no tome las precauciones necesarias frente a la amenaza cada vez más sofisticada de la ciberseguridad. Ignorar esta realidad no es una opción, pero operar como un silo tampoco lo es. No basta sólo con desarrollar políticas internas, que por lo demás, serán la base para cumplir con la propia Ley Marco sobre Ciberseguridad y de Protección de Datos.
Compartir información sobre amenazas, mejores prácticas y experiencias sobre lo que ocurre en el ciber entorno es vital para defenderse. Pero, pese a que en ciberseguridad no debiese haber rivalidad, colaborar implica riesgos, al exponer las vulnerabilidades de cada organización. Esto crea un ciclo difícil de superar: ¿debemos asumir esos riesgos? Tengo claridad de que si no lo hacemos, seguiremos rezagados, y los únicos que tomarán ventaja serán los hackers.
Claudia Palma
Gerenta de riesgo, Ciberseguridad y Oficial de protección de datos de Servipag.