Por Catalina Kawas, Founder & CEO de DomestikCo
El caso de la niña boliviana de 8 años que fue vendida por su abuela no es aislado, ni lejano. En Rengo, Región de O’Higgins, ocurrió una situación similar. Una menor se despertaba a las 4 de la mañana, no iba al colegio, y no recibía sueldo. Eso no ocurrió hace un siglo. Ocurrió en Chile, en pleno 2025. Es más, hace sólo una semana.
Y aunque este caso conmovió a todo el país, lo cierto es que no es un hecho aislado. Es un reflejo extremo de lo que, en menor escala, sigue ocurriendo a diario: niñas, niños y adolescentes trabajando en casas particulares, bajo excusas tales como “está ayudando a la tía” o “la tenemos porque nos da pena”.
En Chile, según estimaciones de la Organización Nacional del Trabajo y estudios locales, hay más de 360.000 niños, niñas y adolescentes realizando trabajo doméstico, en condiciones que muchas veces se escapan de cualquier regulación o supervisión.