Señor Director:
Los recientes acontecimientos en Oriente Medio, en particular la respuesta iraní al ataque unilateral lanzado por el régimen israelí, revelan una peligrosa deriva en la política regional orquestada por Tel Aviv. Lo que durante décadas se intentó presentar ante Occidente como una democracia fuerte, invencible y con una supuesta superioridad moral frente a sus vecinos, se va desmoronando rápidamente, dejando en evidencia su vulnerabilidad estructural y la irresponsabilidad de sus líderes.
Lejos de contribuir a la estabilidad regional, las acciones impulsivas y desafiantes del régimen israelí están generando una escalada de tensión que amenaza con arrastrar a más actores, entre ellos Estados Unidos, hacia un conflicto de consecuencias imprevisibles. Este llamado desesperado al auxilio tras la contundente respuesta iraní, solo confirma que detrás de la retórica de seguridad se esconde una estrategia frágil basada en la provocación y la dependencia geopolítica.
La comunidad internacional debe abandonar la indulgencia con la que ha tratado las acciones del régimen israelí y asumir con seriedad su papel en la promoción de una paz justa y duradera. La estabilidad de Oriente Medio no puede seguir rehén de decisiones irresponsables, ni mucho menos de liderazgos que insisten en el conflicto como forma de supervivencia política.
Husein Rezuc
