En estos días, cuando la “no discriminación” es un tema relevante en el país y el mundo, es inconcebible pensar que, en un establecimiento educacional de nuestra comuna, se vean estos actos, que son de una bajeza humana injustificable y que la víctima sea, una autoridad comunal, “víctima” por el hecho de pensar distinto.
Es el caso que salió a la palestra en la sesión 43 del Concejo Municipal, en donde la Concejal Verónica Pérez Magdalena, expuso el gravísimo acto del que fue víctima, de manos de quien uno menos lo esperaría, el Director del establecimiento educacional Baudilia Avendaño de Yousuff, don José Guillermo Mansilla Quinan.
Detallemos los hechos…
Con fecha 4 de julio, se le comunica a la Concejal Pérez Magdalena que no podría asistir a la actividad como jurado, argumentando que el Director Mansilla Quinan indica que por disposición de la Dirección de la CORMUNAT, Pérez Magdalena junto a otros dos Concejales invitados a dicha actividad, por pertenecer a “otra linea política” (UDI), no pueden asistir a esta sin autorización previa del Directorio de la CORMUNAT.
La Concejal, luego de la lectura del escrito presentado ante el consejo, mostró su pena e incomprensión ante este hecho mientras sus colegas asentían con gestos de empatía.
Para este comentarista, que solo busca exponer su visión, solo habría quedado en comunicar esto, pero al final de la intervención en relación a los hechos, la Alcaldesa de la Comuna, Doña Antonieta Oyarzo, quien de paso dicho sea, es la Presidente del Directorio de la CORMUNAT, desde donde, según el director del establecimiento, habría emanado esa directriz.
Esto hace valer a mi parecer, la reacción al final de la exposición de Pérez Magdalena, donde lejos de mostrar empatía y reprochar el hecho, solo se remitió a preguntar… “Ese es el único punto vario que tiene?”.
¿Que dice la Ley?
Según la Ley 20.609, esto constituiría un delito, basado en lo descrito en el título III de Reformas, Artículo 17, Inc. 21, donde se expone ““21ª. Cometer el delito o participar en él motivado por la ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima; la nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, filiación, apariencia personal o la enfermedad o discapacidad que padezca”.”
Esto estaría responsabilizando a quien dio la orden, como también a quien la ejecutó.
Por otro lado, luego de ver esta indecencia, cometida por quienes deberían estar a cargo de enseñar o difundir que estas acciones no deben cometerse, me pregunto donde están todos los “colectivos feministas, de derechos humanos, anti discriminación” que podrían estar manifestando su descontento frente a este acto, que además, es cometido en contra de una mujer, una destacada deportista y por sobre lo anterior, una autoridad electa.
Poner letras “E” al final de las palabras no soluciona este tipo de actos que siguen dañando a las personas que piensan distinto.