Una trabajadora de la estación de servicio Axion, de Río Turbio, debió ser asistida en el hospital de la ciudad luego de ser víctima de un robo, cuando iba a depositar una gran suma de dinero al Banco Santa Cruz. Para la Policía, el atacante conocería los movimientos de la mujer.
Un cuantioso robo es investigado por la Policía de Río Turbio: se trata de la recaudación de la estación de servicio de la ciudad, que fue sustraída a una empleada.
De acuerdo a la información recabada por La Opinión Austral, se supo que todo ocurrió en la mañana del lunes, entre las 8 y las 9, en la esquina de las calles Villagra y la avenida De Los Mineros, donde está emplazada la estación de servicio Axion.
Allí, una trabajadora del lugar había colocado la recaudación (unos 300 mil pesos) en una mochila y, caminando, iba a depositarlos en la sucursal del Banco Santa Cruz, ubicada a unas cuatro cuadras, en la esquina de Gobernador Lista y Sáez Peña.
Cuando la mujer iba caminando, cerca de la Escuela N° 30 de la ciudad, fue abordada por un hombre encapuchado, a quien no pudo verle el rostro, que le arrojó gas pimienta en la cara.
Ya con los movimientos disminuidos de la víctima y con la visión casi nula, el delincuente aprovechó para sacarle la mochila con dinero y luego darse a la fuga, indicaron fuentes policiales consultadas por La Opinión Austral.
Tras el hecho, y luego de reponerse, la víctima pudo llamar a la Policía y comentar brevemente lo sucedido. Asimismo, luego del arribo de las fuerzas de seguridad se solicitó una ambulancia para su traslado y posterior atención.
Pese al ardor producido por el arma no letal, desde el hospital José Alberto Sánchez indicaron que la mujer no resultó con lesiones. De igual manera, se le tomó la declaración y ella contó lo sucedido.
Si bien la mujer pudo dar algunos indicios sobre la vestimenta y la contextura de su agresor, la Policía realizó rastrillajes en inmediaciones, pero el delincuente no fue hallado.
En la continuidad de las averiguaciones para dar con el malviviente, los efectivos se entrevistaron con vecinos de la zona, pero nadie habría visto el momento en el que se perpetró el hecho o la dirección en la que se escapó el ladrón.
Fuentes investigativas que llevan adelante el caso indicaron que una de las hipótesis que se maneja es que, posiblemente, el delincuente conocería a la víctima, sus horarios y los movimientos que ella realizaba cuando trasladaba el dinero al banco.