El gobierno ingresó a la Cámara de Diputados el proyecto de ley, comprometido en el plan Chile Apoya, que crea un fondo de hasta US$ 2 mil millones para estabilizar durante 2022 las cuentas del servicio eléctrico para todos aquellos clientes con consumos inferiores a los 250 kWh mensuales, equivalentes al 80% de los usuarios regulados.
Se explicó que de no mediar esta iniciativa es esperable que este segmento deba asumir el alza prevista en torno al 40% en las cuentas de luz a partir del 1 de julio. Así, de prosperar el proyecto, solo verían reajustadas sus facturaciones de acuerdo a la variación del IPC en relación al último periodo tarifario.
A su vez, para los clientes cuyos consumos mensuales estén entre 250 y 500 kWh, se considerará un ajuste máximo de 10% respecto al periodo anterior sobre la variación del IPC; y para aquellos con consumos sobre 500 kWh se permitirá un alza máxima de 15%.
Durante 2023, en tanto, y hasta el término de la vigencia de este mecanismo, se permitirán alzas de hasta 5% sobre el IPC para clientes con consumos inferiores a 250 kWh, mientras que para quienes cuyos consumos mensuales oscilen entre 250 y 500 kWh se considerará un reajuste máximo de 15% sobre IPC; y para los clientes con consumos sobre 500 kWh se cobrará el precio de nudo promedio de la energía de la fijación tarifaria que corresponda.
Respecto del financiamiento del fondo, se explicó que se recaudarán los recursos de manera “solidaria”, donde el mayor aporte provendrá de quienes consuman más energía. “Se establecerá de forma permanente, aunque progresiva, un cobro adicional que permita financiar un fondo de Estabilización y Emergencia Energética, el cual será soportado por todos los usuarios del sistema, libres y regulados, y seguirá criterios de solidaridad entre clientes y proporcionalidad, de acuerdo a tramos de consumo, con un tramo exento para quienes se ubiquen en el umbral más bajo (250 kWh)”, se señala en el proyecto.