El contundente respaldo con que ayer se aprobó un nuevo retiro del 10% de los fondos previsionales en la Cámara de Diputados, dejó al gobierno un escaso margen de acción para tratar de frenar la reforma en el Tribunal Constitucional.
Fueron 130 votos a favor, 18 en contra y dos abstenciones, lo que supera con creces el quórum de tres quintos que el Ejecutivo evaluaba impugnar ante el TC.
- La votación de ayer concitó muchos más respaldos que el que tuvo el retiro original en su primer trámite (95 votos), mientras que la adhesión de diputados de gobierno, en la misma comparación, se incrementó desde 13 a 44 parlamentarios.
Tras la votación, el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, dijo que las objeciones ante el TC se siguen evaluando, mientras que el diputado UDI Jorge Alessandri señaló que el proyecto no solo se puede impugnar por el quórum, sino que también porque la reforma correspondería a una “iniciativa exclusiva presidencial”.
Pero más allá de que el gobierno identifique argumentos jurídicos para objetar el proyecto y de la presión de los parlamentarios oficialistas que votaron en contra, en el Ejecutivo reconocen que la idea de recurrir al TC pierde fuerza ante el abrumador respaldo de la iniciativa en el Congreso y en la ciudadanía.
En lo inmediato, la reforma comenzará a ser tramitada este viernes en la comisión de Constitución del Senado, donde llegará sin la indicación –rechazada ayer en la Cámara– que establecía que los retiros de aquellas personas con rentas superiores a los $ 2,5 millones debían pagar impuestos.