Creando un microclima se espera aumentar el periodo productivo del cultivo de lechugas y, de este modo, seguir avanzando en el abastecimiento de hortalizas a nivel regional.
La idea está siendo llevada adelante por una familia de agricultores natalinos, la cual consiste en la construcción de un cuarto de germinación y un vivero calefaccionado, con lo que se busca alcanzar un periodo adicional de siembra de la hortaliza en la región.
El proyecto es impulsado por la Fundación para la Innovación Agraria (Fia) del Ministerio de Agricultura.
La ejecutora del proyecto, Nirmia Salamanca, junto a su familia ya finalizó la construcción del cuarto de germinación y el vivero calefaccionado que permitirá aumentar la producción local de lechugas de la variedad grand rapids.
La periodista de profesión y agricultora por tradición familiar y decisión personal manifestó: “Buscamos aumentar el periodo productivo del cultivo de lechugas, por medio de la construcción de un vivero y de un cuarto de germinación climatizado que proveerá con plantines a la comunidad agrícola y así realizar una producción temprana y planificada de lechugas. Se aprovecharán los recursos tecnológicos e innovadores, tanto en la siembra como en el riego. Como resultado se busca obtener plantas sanas y vigorosas en la etapa correcta de trasplante, mejorando de esta manera los rendimientos”.
El vivero y cuarto de germinación climatizado sustentable y resistente – que espera pueda desafiar la escarcha, el viento y las extremas condiciones climáticas – fueron construidos con desechos de la salmonicultura con el objetivo de reducir costos de la inversión total y contribuir al ecosistema, involucrando dos industrias productivas nacionales. Dicha obra permitirá controlar un ambiente por medio de una bomba de calor y se utilizará riego a través de nebulización.
Expresó la profesional que “se monitoreará la germinación y crecimiento del plantín sin estar supeditados a los factores climáticos, ya que se creará un microclima óptimo para el alimento”.
Para la representante de Fia en la región de Magallanes, Paula Orellana, la iniciativa “significa un hito para la agricultura local porque la innovación en sí misma espera atenuar la escasez de abastecimiento de alimento en la zona debido a su inconexión con los centros de producción más grandes”.
Agregó que “sabemos lo complejo del clima en la zona, así que hay que tomar ventajas para mejorar. Por otro lado, permite, a través de alianzas entre sus propios ejecutores, ayudar a la sostenibilidad de negocios pequeños que son en este tiempo necesarios para los ingresos familiares. La pandemia es una crisis que nos ha enseñado a impulsar con más fuerza todo aquello que genere impactos positivos al sector, así que estaremos expectantes a los avances”.
Actualmente Salamanca cultiva 800 metros cuadrados de lechugas grand rapids. La producción de cada uno de sus invernadero es de 2.400 plantas de lechuga, dando un total de 9.600 plantas por temporada, consiguiendo así obtener dos temporadas de siembras óptimas para su comercialización. Por medio del proyecto, agregó, “la proyección es duplicar la cosecha, es decir, obtener dos temporadas adicionales, cuantificadas en 19.200 plantas”.
El seremi de Agricultura, Alfonso Roux, expresó que “las herramientas que entrega Fia para innovar en la agricultura resultan claves para el desarrollo y fortalecimiento de nuestra agricultura regional” agregando que el emprendimiento de la familia Salamanca en torno a la agricultura “nos llena de optimismo y potencia al sector de huertos familiares como el vergel de nuestra Patagonia”.
Nirmia Salamanca comentó que el 50% de los plantines será utilizado para su abastecimiento y emprendimiento dedicado a la venta al detalle y el resto, se destinará a la nueva Cooperativa de Trabajo Ñuke Mapu de Ultima Esperanza – compuesta por seis agricultores – que se encuentran trabajando para obtener el sello orgánico, ya que no utilizan abonos sintéticos, aditivos ni productos químicos en sus sembradíos.