Contraalmirante Leonardo Chávez Alvear
Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval
Desde los orígenes de nuestra marina hubo dificultades para dotar a los buques de las tripulaciones necesarias para desarrollar las maniobras elementales que requiere toda nave de guerra.
Los primeros intentos por tener una escuela formadora de las tripulaciones de los buques de la Marina de Guerra de Chile se remontan a 1846, cuando se creaba la “Escuela de Aprendices de Marineros”, la que funcionaría a bordo de los buques mercantes de matrícula chilena, no perdurando en el tiempo.
Los comandantes Juan Williams Rebolledo y José Anacleto Goñi, plantearon la necesidad de contar con un plantel formador para las futuras tripulaciones de los buques de guerra de Chile. De esta manera el 3 de julio de 1868 finalmente se crea la “Escuela Elemental y Profesional de los Aprendices de la Armada”, actual “Escuela de Grumetes”, siendo esta una de las más importantes consecuencias navales de la guerra contra España.
El 9 de abril de 1871, a raíz de un accidente ocurrido en el vapor “Valdivia”, murió ahogado el aprendiz José Olguín, convirtiéndose en el primer caído en servicio del grado de Grumete en una escuela.
Durante la Guerra del Pacífico, las labores de la Escuela de Grumetes estuvieron suspendidas, sin embargo, es posible rescatar desde algunos documentos oficiales y relatos de la época el resultado de lo que fue la tarea de formar a las primeras generaciones de Gente de Mar que tuvieron su prueba de fuego en este conflicto armado.
A principio del siglo XX se contaba con un promedio de egresos de 125 grumetes al año, en circunstancias que se necesitaban 300. Analizada esta situación, tras varias opciones, se optó por construir una escuela apropiada en la isla Quiriquina, en la Bahía de Concepción, la que se inició en 1910.
En 1910 la Armada inició la construcción de los edificios de la escuela el que contaba de dos pabellones, en el medio un patio central, un edificio de administración y enfermería de dos pisos, panadería y cocina.
Hoy en día, los hombres y mujeres que voluntariamente deciden embarcarse en la aventura de ser marinos, ingresan a una Escuela con una sólida educación, basada en seis modelos de formación, acreditada por la Comisión Nacional de Acreditación y manteniendo, tal como en sus orígenes, su carácter gratuito y para cualquiera que quiera postular.
En estos 153 años de existencia un especial reconocimiento a miles de ex alumnos de la Escuela de Grumetes que trabajaron en la Región de Magallanes y Antártica Chilena, así como aquellos que hicieron de esta región su nuevo hogar.