Hoy, a las 10 de la mañana, tuvieron lugar los funerales de Johan Millacahuín, el joven escalador de 19 años fallecido el miércoles 18 de marzo, cuando sufrió una rodada en circunstancias que descendía desde la torre norte o Monzino luego de haber hecho cima.
Sus restos fueron entregados a sus familiares el martes pasadas las 21 horas. Ya, en el que fue su hogar de calle Piloto Pardo Nº1447 se había levantado una capilla ardiente para su velatorio.
Ayer su hermana mayor Nataly lo recordó como “un loco lindo, muy motivado, siempre tenía que estar haciendo algo. Siempre le gustaba entregar cariño a todos y también su amistad. Con nosotros era muy cariñoso conmigo y con mi mamá”.
Desde hace tres años comenzó su pasión por el andinismo. Primero realizó pequeñas escaladas en el cerro Dorotea para luego hacer cima en el cerro Fortaleza en el Parque Nacional Torres del Paine.
Soñaba con trabajar en turismo. Era algo que le apasionaba y para ello se encontraba realizando cursos de inglés para transformarse en guía de turismo.
Ella supo que salía a escalar al Paine. El jueves le informaron sobre la terrible desgracia. Al recordar ese momento dijo: “Yo en un principio no lo creía. Pensé que le había pasado un accidente y nada más”.
Confesó que “al principio estábamos muy angustiados. Nunca pensamos que iban a ser tantos días esperando. He estado dándole fuerzas a mi mamá. Aunque lo extraño, tengo que ser firme porque no puedo decaer por mi mamá. Estos días se hicieron eternos, porque no teníamos ninguna información”.
Por otra parte tuvo palabras de agradecimiento a quienes rescataron los restos de su hermano. En especial al grupo de natalinos conformado por aproximadamente 30 guías de turismo, porteadores y escaladores.
Manifestó que “soportaron fuertes lluvias y viento y seguramente hambre, pese a todo eso se mantuvieron en el lugar porque su objetivo era regresar con Johan. No tengo palabras para decirles que estábamos infinitamente agradecidos”.