Al tomar noticia de la desaparición del avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea de Chile con 38 pasajeros a bordo, de los cuales tres son civiles, el fiscal Eugenio Campos Lucero indicó que el Ministerio Público abrió una investigación de oficio, caratulada preliminarmente como “presunta desgracia”, sin perjuicio de otros delitos que puedan llegar a establecerse.
Al respecto, señaló que entre las líneas de acción, se cuentan las coordinaciones respectivas con la Fiscalía de Aviación, Servicio Médico Legal y la Policía de Investigaciones, en específico del Laboratorio de Criminalística y de la Brigada de Homicidios. Esto último, aparejado a la atención de víctimas indirectas de la contingencia -las familias- que están siendo atendidas.
Es así como para afinar detalles el fiscal mantuvo contacto con el comandante en jefe de la IVª Brigada Aérea, general Eduardo Mosqueira, para interiorizarse de cómo avanza la búsqueda de la aeronave. “También tenemos diversos requerimientos de información que podrían ayudar y tenemos fe en que pueda ser así”, puntualizó. De igual modo, el persecutor sostuvo un encuentro con el fiscal de Aviación, Cristián González, a fin de complementar las diligencias necesarias que permitan avanzar en la investigación.
En tanto y aun cuando por ahora el foco está en localizar el avión y sus ocupantes, Campos señaló que la Fiscalía se está nutriendo además de antecedentes que podrían dar inicio a otras investigaciones en las que ‘nada se descarta’, como podría ser el que se determinen responsabilidades en términos por ejemplo, de un cuasidelito de homicidio, hipótesis respecto de la cual fue consultado. A recordar, de los 21 pasajeros que viajaban a bordo de la nave, tres corresponden a civiles. Uno de ellos, el estudiante de Ingeniería Civil Química de la Universidad de Magallanes, Ignacio Parada Gálvez, de 24 años.
En tanto, los dos restantes son el electricista Leonel Cabrera Campos y el electromecánico soldador Jacob Pizarro Gatica, pertenecientes a la empresa externa Inproser Ingeniería, los que cursaban el mismo itinerario para la revisión del oleoducto flotante emplazado para el abastecimiento de la Base Area Antártica Presidente Eduardo Frei Montalva. Según indicó a Emol un tío del segundo de los trabajadores mencionados, Pizarro Gatica tiene dos hijos de 2 y 6 años, y había enviudado hace pocos meses.
La Prensa Austral se contactó con la compañía, sin embargo ésta declinó efectuar por ahora declaraciones, en atención al delicado momento que viven tanto las familias como la misma empresa.