Afligidos y molestos por la indiferencia de las autoridades se muestran los vecinos del vertedero municipal que son afectados por el humo que surge del incendio que se originó en el botadero de basura el pasado jueves 19 de marzo.
Además del temor que el fuego ingrese a sus terrenos poniendo en riesgo sus viviendas, durante todos estos días han debido respirar el humo que surge del lugar. Dependiendo de la dirección del viento, en algunas ocasiones sus inmuebles quedan bajo una nube irrespirable. En esos instantes deben colocar sábanas mojadas o toallas en las puertas y ventanas para impedir que el elemento tóxico ingrese a sus inmuebles.
La vecina Mónica Díaz, de la parcela 11 A-5, ubicada al costado sur del vertedero (18 kilómetros al sur de Puerto Natales) manifestó que todos los días, desde el inicio del incendio, han sido terribles. Aunque entiende que en estos momentos todos se encuentran preocupados del coronavirus, no por ello su problema no deja de ser grave.
Relató que “nosotros aquí en la noche, cuando hay poco viento, el humo viene todo para acá. Nosotros tenemos que poner sábanas húmedas en las puertas pero igual entra el humo. En los noches estamos con tos, picazón de garganta y los ojos rojos e irritados, porque es un humo tóxico”.
Aunque se dice que se encuentra controlado, ella dice que eso no es así, ya que al salir un poco de viento nuevamente el fuego se reaviva.
Ausencia de autoridades
Agregó que “nadie ha venido a ver acá en terreno. No se ha acercado ninguna autoridad”.
Hasta el momento se han sentido abandonados tanto por el tema del incendio como por las consecuencias derivadas de la llegada del coronavirus al país. En su caso
su esposo se encuentre en cuarentena en Chiloé, viendo con ello afectado los ingresos de su grupo familiar.
Juan Miranda, es otro vecino del vertedero, quien junto a su anciano padre y un trabajador habitan la parcela Nº 11 de la Colonia Isabel Riquelme.
En su caso dijo que “nos sigue perjudicando desde que el vertedero se encuentra acá. Primero tuvimos problemas por el tema de las bolsas nylon que se volaban hacia mi terreno y ahora el incendio”.
Se trata del tercer incendio que afecta al vertedero. En la primera ocasión se prolongó por un mes y en la segunda oportunidad por dos semanas.
Manifestó que sería más controlable si “el municipio tapara la basura con estabilizado”.
Dependiendo de la dirección del viento se ven afectados por el humo que tiene un olor “terrible”, aunque su mayor temor es que el fuego ingrese a su parcela, quemando el monte y los terrenos de pastoreo. Por ello se mantienen alertas para que en el caso que ello ocurra tengan tiempo de retirar del lugar a sus animales.
No es el primer problema que tiene Miranda por la ubicación del vertedero. Con anterioridad debió demandar al municipio de Natales por la contaminación que le provocaba a sus campos la gran cantidad de bolsas nylon que llegaban volando hasta su propiedad.
Luego que le diera la razón el Tribunal Medio Ambiental de Valdivia, el municipio apeló a la Corte Suprema, tribunal que ratificó el falló original. De este modo el municipio de Natales se vio en la obligación de construir un doble cerco de fierro y a cancelar una millonaria indemnización.
Al respecto dijo Miranda que “no se cuándo se irán de acá. Escuchamos sobre un relleno sanitario, pero hasta ahora no pasa nada”.