Por Antonio Yakcich Furche
Presidente del instituto O’Higginiano de Rancagua
Señor Director:
El reconocimiento a quienes han apoyado decididamente a la Patria, está supuestamente presente desde los inicios de nuestra vida independiente, en que los criollos de la Capitanía General del Reino de Chile, se convirtieron de civiles en militares, solo para ofrecer sus vidas en procura de la libertad
De hecho, O´Higgins al escribir su última voluntad, pedía desde Perú que con parte de los sueldos que se le adeudaban en Chile, se construyera un observatorio astronómico en el Cerro Santa Lucía y un faro en una de las puntas de la Bahía de Valparaíso.
El primero en homenaje al Ejército y el segundo a la Armada, en la práctica, a los soldados y marinos que habían dado la libertad a Chile.
Su solicitud, hecha a pocos días de fallecer y los servicios que había prestado al país, permiten suponer que no habría duda en cuanto a cumplir con dicha solicitud.
Pero para sorpresa de muchos, unos pocos lograron que ello nunca se materializara, postergando la decisión hasta que cayó en el olvido.
Como vemos, al igual que en el presente, había quienes no propiciaban el reconocimiento a sus héroes.