Por Antonio Yakcich Furche
Presidente Instituto O’Higginiano de Rancagua
El ejemplo de una Unión Europea Unida, sin perder la identidad de cada país, nos parece hoy en día algo totalmente lógico y exitoso.
La idea, sin embargo, no es nueva, varios de lo personajes que dieron vida a la independencia americana, tenían similar pensamiento.
O’Higgins era uno de ellos, al propiciar en diversos momentos de su actividad política, la organización de un Congreso Panamericano, que, si bien asumiría funciones legislativas continentales, no afectaría al poder ejecutivo de cada uno de los nuevos países y su consiguiente autonomía.
Hacía 1822 se esforzó, en concomitancia con Colombia, en cristalizar la idea del Congreso, emitiendo disposiciones al respecto a los diplomáticos chilenos en el exterior.
Desgraciadamente, los acontecimientos vividos a inicios de 1823, que le significaron abdicar a sus funciones de Director Supremo, impidieron concretarla.
Pese a ello, cuando se encontraba en Perú viviendo su voluntario ostracismo, conversó el tema con Simón Bolívar, coincidiendo ambos que era necesaria la materialización de un Congreso de Plenipotenciarios Americanos, que propiciaran la unión general, crearan un sistema de cooperación mutua y procedimientos de defensa y conservación de la Independencia.
Si alguien aún tiene dudas de la visión americanista de O’Higgins, no olvide la Expedición Libertadora al Perú.