Volar nunca había sido tan difícil. Y aunque la frase parece contrastar con cualquier eslogan atrayente y optimista de línea aérea, no hace más reflejar el momento que estas empresas están viviendo a nivel global a raíz de la pandemia por Covid-19.
Ayer, se conoció que Latam decidió cerrar la ruta entre Santiago y Puerto Natales, y Concepción-Punta Arenas, su reanudación quedará supeditada “al desarrollo de la pandemia y las restricciones impuestas por las autoridades”, señaló la propia compañía.
Aquellas, son las que tocan de cerca a los magallánicos, pero la decisión de Latam considera otras 21 rutas, nacionales e internacionales, afectando en lo nacional principalmente a Concepción.
Si se va a las frías cifras -entregadas por la Junta de Aeronáutica Civil- se observa que los vuelos a Magallanes desde la segunda semana de marzo se desplomaron al 5%. La baja incluso ya se había registrado entre el 1 y el 8 de marzo (aún días con normalidad), cuando los vuelos habían llegado a 162, por debajo de los 280 en igual periodo del año anterior.
Hoy sólo Latam sigue operando Santiago-Punta Arenas, con dos vuelos de pasajeros y tres de carga a la semana. Suspendidas están las rutas que unen a la región con Río Gallegos, Puerto Montt, Temuco, Puerto Stanley y Concepción.
Son operaciones aéreas mínimas, miércoles y viernes para pasajeros, y martes, jueves y sábado para carga. Además, Dap opera con un vuelo semanal entre Punta Arenas y Balmaceda, señala el jefe regional austral de Aeronáutica, Sergio Gallo.
Medidas de seguridad
Y si volar es difícil por la carencia de pasajes. Basta con recordar a la veintena de magallánicos que desde principios de año no ha podido regresar principalmente desde la Región de Los Lagos.
A esto se suma las medidas de prevención y seguridad que se deben adoptar a la hora de abordar y descender del avión. “Hemos implementado diferentes medidas para que su viaje sea de la forma más segura posible. Para su tranquilidad el aire en las cabinas de este avión tiene una circulación vertical y es procesado permitiendo eliminar el 99,9 por ciento de partículas. Antes de cada vuelo tenemos procedimientos de pulverización de superficie a bordo, que garantiza la máxima desinfección del avión y no es dañino para la salud. Recordar que el uso de las mascarillas es obligatorio. Les deseamos un excelente vuelo”. Esta actualizada bienvenida que reciben los pasajeros por parte del capitán es parte de un protocolo marcado por trámites, espera, uso de alcohol gel, tensiones, molestia y más alcohol gel.
El proceso es conocido, el check-in, DGAC, rayos y luego lo nuevo: “comparecer” ante los funcionarios de la Seremi de Salud, en una fila de máximo 50 personas. ¿Distanciamiento social? queda a criterio de los usuarios. Luego la toma de temperatura. Viene el embarque por grupos, la distancia, otro control y al avión. Arriba la idea es que al menos en la corrida de tres asientos el del medio vaya desocupado, aunque hace algunos días en un video que se viralizó la aeronave venía a máxima capacidad.
Ya en Punta Arenas la llegada será similar, aunque con una pregunta de rigor en el cordón sanitario: “¿Y usted, para dónde va?” Si su destino no está claro (le pasa a no pocos), la advertencia es que sólo llegará hasta el aeropuerto, donde deberá esperar y será devuelto a destino.