Por Antonio Yakcich Furche
Presidente Instituto O’Higginiano de Rancagua
La figura del Padre de la Patria ha servido de ejemplo a lo largo de la historia, para muchas personas que han visto en él una fuente de inspiración.
Dependiendo de los intereses de cada uno, Bernardo aporta profundas enseñanzas, producto de: su valentía, su resiliencia, su visión como estadista, sus cualidades como agricultor, su desempeño militar y su probidad, solo por nombrar algunas de sus características.
En mi caso particular, reconociendo sus virtudes, me parece que hay una en particular que lo resalta nítidamente entre sus contemporáneos, me refiero a su disposición a abandonar el poder, para evitar un enfrentamiento político que afectara el proceso libertario, producto de las diferencias entre quienes luchaban por la misma causa.
Ejemplos a lo largo de sus vida pública hay varios, como su renuncia a la Junta Gubernativa a finales de 1811, su retiro voluntario a su hacienda Las Canteras durante el año 1812 y su abdicación al cargo de Director Supremo a principios de 1823.
De lo ejemplos anteriores se pueden extraer profundas enseñanzas, como el hecho que la obtención y el ejercicio del poder no tiene sentido, cuando su costo es tal, que en lugar de beneficiar al país, solo le trae consecuencias negativas.