Su hija expresó que sentía que su papá prefirió sacrificar su vida para impedir que el impacto contra el tracto camión lesionara a sus pasajeros.
“Si tengo que exponer mi vida por mis pasajeros lo voy hacer” era una frase común en los labios de Juan Hernández Aguilar, el chofer de la máquina de la empresa Bus Sur que falleció en el accidente ocurrido el sábado 15 de junio, a las 14,10 horas, en el kilómetro 140 de la Ruta Nueve Norte, cuando el bus interprovincial que conducía hacia Punta Arenas colisionó con un tracto camión que se atravesó en el camino cuando viajaba a Puerto Natales.
Ayer esa expresión que le caracterizaba fue recordada por sus familiares y amigos en el velatorio de sus restos que se realizaron en su casa habitación de calle Los Alerces Nº1296, en Puerto Natales. Posteriormente, a las 17 horas, el velatorio se trasladó al templo de la Iglesia Metodista de Chile de calle Ramírez Nº 638, desde donde hoy en la tarde saldrá el cortejo rumbo al cementerio Padre Pedro María Rossa para el descanso de sus restos.
Juan Orlando había nacido en Osorno y el pasado 30 de mayo había cumplido 59 años. Muy joven llegó a trabajar a Chiloé donde conoció a su esposa Sonia Saldivia. Allí se enamoraron y se casaron cuando ella tenía 17 años y él 19 años y donde también nació su hija mayor Paola y luego, en Magallanes, su hijo Gerardo, quienes le dieron tres nietos Javiera de 15 años, Cristóbal de 10 años y Sebastián de 8 años.
El sábado, el día de la tragedia, la esposa del infortunado chofer se encontraba en Punta Arenas para celebrar el cumpleaños de su nieto. Su marido esperaba llegar para compartir algunos minutos del festejo y luego regresar hacia la capital de la provincia de Ultima Esperanza conduciendo el mismo bus.
Su acongojada esposa recordó que él le dijo “anda viejita (a Punta Arenas) y si alcanzo paso a tomar el té, pero el destino no lo permitió”.
Sonia Saldivia relata que estaba preparando la once cuando lo llamó una sobrina para comentarle sobre el accidente y preguntarle por su tío. Aunque se preocupó no le pasó por la cabeza que algo malo pudiera ocurrirle a su esposo, quien llevaba 30 años conduciendo para distintas empresas por los diversos caminos de la Patagonia.
Pese a ello “siempre en el invierno estaba con el alma en un hilo pensando y pidiendo que llegue por el estado de las carreteras que son tan malas, pero nunca me imaginé que le podía pasar algo”.
Al serle confirmada la infausta noticia, recuerda el momento como algo terrible y desgarrador. Con el paso de las horas también ha podido confirmar lo que siempre pensó de su esposo que era “alegre, cariñoso, divertido, que daba todo por el resto, una persona muy especial, ese era mi marido”.
En Puerto Natales han sido múltiples las muestras de dolor por su partida, por ello su esposa dice que “nunca pensé que lo quisieran tanto”.
Un héroe
Su hija Paola Hernández dijo tener pena y también mucha rabia por lo sucedido, porque siente que “no se ha hecho nada. Han ocurrido muchos accidentes. Siento que las autoridades no han hecho nada. No cierran los caminos donde hay escarcha y nieve a diferencia de los aeropuertos donde todo está muy limpio y no sé por qué no sucede lo mismo con los caminos”.
Agregó que “mi papá falleció en la ruta producto de la escarcha, de la nieve y producto del viento. Los envían con esos inmensos buses con un montón de pasajeros. El venía con una delegación de básquetbol de Porvenir y siento que él hizo una maniobra extrema y desesperada para que no impactara a más de la mitad del bus. Siento que él se fue porque él lo quiso así, a mi papá lo considero un héroe y donde quiera que esté le envío un beso y un abrazo para que sepa que siempre lo voy a amar”.
Ayer en Puerto Natales la gente criticaba que no se arrojara sal o arena en la ruta los fines de semana o los días festivos con el fin de evitar este tipo de accidentes y así permitir un tránsito seguro por los caminos interprovinciales. Más drásticas, otras personas incluso proponían el cierre de los caminos mientras Vialidad no limpiara las rutas de nieve y escarcha.
Ayer tarde, como un tributo a un compañero que partió de una manera trágico, sus colegas choferes de la empresa Bus Sur pasaron con sus máquinas por el sector donde son velados los restos de Juan Hernández, haciendo sonar las bocinas de los buses.