Reformar el INDH

Por Maximiliano Cárcamo

En junio del año 2018 se entregó un informe realizado por la PDI, donde se investigaron 240, de 241, hogares de menores que dependían del Sename. La investigación concluyó que entre los años 2005 y 2016 se violaron sistemáticamente los Derechos Humanos de menores de edad bajo la tutela del Estado de Chile, con las cifras de 2071 abusos, de los cuales 310 eran sexuales y 1313 niños muertos en 11 años. Si, casi 120 niños muertos por año sin ningún tipo de indagación que pudiese, por lo menos, esclarecer las causas de los decesos.

Este informe solicitado por el Fiscal Marcos Emilfork, Fiscal Regional de los Lagos de ese entonces, fue en la indagación de la muerte de Lissette Villa, ocurrida en abril del 2016. El sondeo en el Sename no fue de conocimiento público y gracias a la divulgación hecha por la plataforma Ciper Chile, los ciudadanos pudimos enterarnos de esta espantosa tragedia.

El 15 de junio del año 2005, ingresa al congreso el proyecto de Ley Nº20.405 que crea el Instituto Nacional de Derechos Humanos, coincidentemente el mismo año desde donde comienza la investigación para el informe de la PDI. Dicha ley es promulgada en el 2009 y el 20 de julio del año 2010 inicia sus actividades el INDH.

Dentro de sus misiones, el INDH debe informar al Gobierno y a los órganos del Estado de Chile la situación de DDHH y establecer las acciones legales que correspondan, cuando se detecten violaciones a estos derechos fundamentales. Nace la pregunta ¿por qué el INDH no investigó las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos de niños que estaban bajo la custodia del Estado de Chile?

La muerte de Lissette ocurre en abril del 2016, siendo ministra de Justicia Javiera Blanco y directora del INDH Lorena Fríes. En julio del mismo año asume como directora del Sename Solange Huerta. No es necesario que profundice estas redes de poder y “cuoteo” político de ese momento ya que esos nombres…hablan por si solos.

Desde su creación en el 2010, solamente hemos conocido al INDH por sus chaquetas de color claro, supervigilando el actuar de la policía uniformada en diferentes manifestaciones callejeras, todas de un orden político, por cierto, y en la manera como sus integrantes difunden a través de redes sociales las detenciones que se efectúan en estas “manifestaciones pacíficas”. No resulta extraño el actuar del INDH en el mal llamado “Estallido Social”, cuando se hicieron decenas de acusaciones infundadas contra la autoridad, incluyendo centros de tortura, que con el tiempo se comprobó su inexistencia.

En el gobierno del Presidente José Antonio Kast, vamos a refundar el INDH, para que verdaderamente proteja los Derechos Humanos de los ciudadanos de nuestro país transversalmente, ya que hasta ahora, este organismo se ha preocupado de resguardar derechos de quienes no conocen los deberes y menos la ley. De lo contrario, el INDH hubiese presentado querellas por 4817 Carabineros heridos o cientos de chilenos a los cuales les fueron saqueados o quemados sus puestos de trabajos, por parte de los mismos que el Instituto de Derechos Humanos tanto ha defendido en los últimos años.

Los chilenos nos cansamos de que en este país las cosas funcionen al revés. A los malos se les cuida o defiende y en cambio, para los más desprotegidos, como los niños del Sename, no existen los Derechos Humanos. Por eso, yo voto KAST.


Las opiniones vertidas en esta Columna de Opinión son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de la linea editorial de Opinión Sur Multimedios.