Este lunes comenzó la recta final del proceso constituyente. La mayoría de los convencionales viajaron hasta Antofagasta en el marco de la segunda salida territorial del órgano.
Durante la tarde del lunes la mesa de la Convención Constitucional entregó a la comisiones de Armonización, de Normas Transitorias y de Preámbulo el borrador de la nueva Constitución.
En una ceremonia realizada en las Ruinas de Huanchaca, la presidenta del órgano redactor, María Elisa Quinteros, afirmó que “corresponde hacer entrega del borrador a la Comisión de Armonización, para dar inicio a su trabajo sobre los contenidos aprobados por la Convención”. Se trata de un documento de 499 artículos que conforman el primer borrador.
El problema del mecanismo de reforma constitucional
Luego del cierre del debate constitucional y la entrega del primer borrador de nueva Constitución se instaló un debate en torno al mecanismo propuesto por la Convención para reformar la nueva Carta Magna en caso de que gane el Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre.
La regla general para reformar la nueva Constitución necesitará solo una mayoría simple del Poder Legislativo. Sin embargo, si el cambio constitucional implica una modificación “sustancial” en determinadas materias -tales como el régimen político, el diseño del nuevo Poder Legislativo, los derechos fundamentales y el capítulo de reforma y reemplazo de la Constitución- el asunto requerirá, además, de un referéndum ratificatorio o que la reforma sea aprobada por dos tercios del Poder Legislativo.
El asunto levantó un debate respecto de cuán fácil será reformar la nueva Constitución. El convencional Andrés Cruz (Colectivo Socialista) lo explicó así: “No es ideal que una reforma constitucional se pueda reformar por la mayoría absoluta de los miembros en ejercicio del Congreso de Diputadas y Diputados y la Cámara de las Regiones (…) Estaríamos en la categoría de lo que nosotros podríamos denominar una Constitución flexible o semiflexible”.
El abogado constitucionalista Jorge Correa criticó este punto: “(Gran parte’) del texto constitucional es, en lo sustantivo, una ley y se puede modificar igual que una ley. O sea, todo el costo que hemos hecho de este largo proceso nos lleva a terminar con muy pocas normas constitucionales y el resto van a ser normas legales”.