Días de profunda angustia vivió una mamá cuyo hijo permaneció cinco días en la Uci del Hospital Clínico de Punta Arenas, luego de ser mal diagnosticado en el Hospital Augusto Essmann de Puerto Natales.

Angela Cortés es la madre del pequeño de 9 años, Cristóbal Martínez, quien nació prematuro con 25 semanas, sufriendo dos infartos cerebrales, quedando con una parálisis cerebral de base, a lo que se suman una displasia bronco pulmonar y epilepsia.

El pasado sábado 23 de marzo vio como su hijo comenzaba a tener fiebre y debido a su displasia bronco pulmonar decidió llevarlo al hospital de Natales. Sin embargo no fue bien diagnosticado. Lo enviaron a su casa con tratamiento de paracetamol y diclofenaco. Al día siguiente ya no podía respirar, por lo que nuevamente concurrió al centro asistencial donde solicitó la atención de una pediatra, sin embargo le respondieron que ésta sólo atendía hasta las 17 horas y que luego de ese horario no se le podía “molestar”. Finalmente el pequeño fue enviado al Hospital Clínico de Magallanes, donde ingresó el lunes 25 de marzo, allí le diagnosticaron una neumonía grave, siendo luego afectado por un virus por lo que debió permanecer cinco días en la Uci, inconsciente, conectado a ventilador mecánico y con tratamiento con antibióticos para poder enfrentar su grave condición.

Sola en Punta Arenas

Angela no cuenta con familia en Punta Arenas por lo que debió permanecer en el hospital, junto a él en la Uci, donde la dejaron estar por un “gesto humano, porque no tenía donde quedarme”.

Agregó que “sentí el apoyo de la gente de Natales pero fueron días muy complicados”. Finalmente su hijo fue dado de alta la semana pasada y el día viernes 5 de abril ya se encontraba en su casa en Puerto Natales.

Al recordar su experiencia dijo Angela Cortés que “todos hablan muy mal del hospital de Natales en Punta Arenas. Los médicos de allá están hartos de arreglarles las c… que se mandan los médicos de acá, así por lo menos me dijeron”.

Lo peor manifestó que es los errores se cometen en especial con los niños. Por ello manifestó que “cómo es posible que no tengamos médicos especialistas y si existen no los podamos molestar después de las cinco de la tarde, eso me parece insólito”.

Dijo que nadie le reparará los días de dolor, pena, angustia e incertidumbre que pasó con Cristóbal y el hecho de tener que dejar a su otro hijo de 13 años sólo en Puerto Natales.

En un momento su mayor temor fue que quizás no podría volver con Cristóbal a Ultima Esperanza, por ello su alegría hoy de estar junto a su hijo que se ve en franca mejoría.

Siente temor

Pese a ello, manifestó que “ahora acá estamos con miedo que se vuelva a enfermar. Que lo tenga que llevar a la guardia y que le nieguen su atención otra vez. Ese es mi mayor temor”.

Incluso agregó que los médicos en Punta Arenas le dijeron que la próxima vez que su hijo esté enfermo no pase por el Hospital Augusto Essmann, sino que por sus propios medios se vaya a Punta Arenas. Eso para ella tiene un costo que no puede solventar.

“Todo ello me hace pensar que a futuro me tendré que ir a vivir a Punta Arenas, porque acá yo no tengo salud para Cristóbal y que quizás Natales no es un lugar para vivir con un niño con tanta discapacidad”.

Por ello, la mujer realizó un llamado a las autoridades a contratar personal capacitado, que atiendan las urgencias y que no tengan un horario que deje sin atención a una persona.

“Que las autoridades piensen un poquito, que sean más humanos y que traigan profesionales con vocación y comprometidos con Natales y que no le vuelvan a decir a una mamá que el pediatra no puede atender a su hijo después de las cinco de la tarde”.