Una de las posibles causas que se mantienen acerca del accidente del avión “Hécules” siniestrado hace algunos días mientras se se dirigía desde Punta Arenas hacia a la Base Antártica Presidente Eduardo Frei con 38 personas a bordo, sería el desprendimiento de una de sus alas, similar a lo ocurrido en California en 2002 a un C-130 adaptado para luchar contra incendios forestales, que se desintegró en pleno vuelo.

El ingeniero industrial y analista en Defensa chileno Eduardo Santos, citado por el portal Publimetro, menciona esta posible explicación ya que el “Hércules” desaparecido el lunes, originalmente una versión cisterna KC-130R con matrícula 990, era una aeronave muy vieja, entrada en servicio en 1978 y comprada por Chile en 2012 tras un largo servicio en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Especialmente dado que el fabricante Lockheed Martin emitió hace tiempo una alerta sobre posible fatiga de material en los pernos y tuercas que sujetan a las alas, en aeronaves más longevas.

“Ambas alas van unidas al fuselaje con 15 pernos y en ese momento el fabricante alertó que si había más de 6 pernos agrietados, que no se ven a simple vista, ese avión corría serio riesgo de perder un ala en vuelo”, consideró Santos, en entrevista con Gabriel Arce para Publimetro.

“El avión no tiene por qué ser malo si es antiguo, pero necesitan estrictas pautas de mantenimiento. Si no se respetan, pueden pasar cosas graves. Para mí fue una falla estructural. Perdió sustento y cayó como una piedra”, agregó
La teoría es desalentadora: “Pudo desprenderse el ala a 3 mil o 4 mil metros y se precipitó como una piedra al suelo”, dijo Santos.
“Se entregó una alerta de mantenimiento que espero que se haya cumplido”, concluyó.
La hipótesis de este daño estructural catastrófico también explica la ausencia de un llamado de emergencia: la tripulación no habría tenido tiempo de actuar.
APAGÓN TOTAL
Otra de las teorías más plausibles, es la de un posible “apagón total” del sistema eléctrico del avión, lo que habría dejado a la tripulación sin apoyo instrumental y sin capacidad de enviar una señal de emergencia. Esto explicaría que el avión haya desaparecido sin dejar rastro, ya que de haber encontrado una falla técnica o enfrentado un catastrófico temporal los pilotos habrían podido reportarlo.
Por el contrario otros técniocos expertos aseguran que fue una falla en la propulsión, aunque el C-130 puede volar con tres de sus cuatro motores turbohélice. Además, aplica la explicación anterior: esto habría sido reportado y la tripulación habría emitido una señala de emergencia.